jueves, 29 de marzo de 2012

Manga: Ayashi no ceres tomo #1 Reseña.


Sinopsis 

Aya había sido una chica normal hasta su 16º cumpleaños: peleas con su hermano, regañinas de los padres, alegres charlas en la cena.... Seguía una rutina de vida como la de cualquier persona y quería que le ocurriese algo interesante.

Cuando Ceres despierta dentro suyo pierde toda esa vida que llevaba y se marca como objetivo luchar para intentar recuperarla. Recuperar a su hermano Aki, a su madre y su tranquila vida de estudiante.


Tendrá que pasar por muchas dificultades y no siempre conseguirá mantenerse firme ante las adversidades, aunque para eso cuenta con el apoyo de sus amigos y con ese apoyo y un fuerte deseo de llegar a ser feliz junto a Toya hará frente a todo lo que se le presente.

Mi opinión:

Creo que es la primera vez que hago una reseña de un manga en el blog, para quienes no lo sepan soy una gran fanática del  anime y el magan, de toda la cultura Japonesa en genera, hasta hice cosplay una vez... Pero eso es otra historia.

Vi los primeros tomos de este manga en una librería y por el tipo de dibujo me llamo mucho la atención, quise comprarlo y cuando vi el precio casi me desmayo, carísimo u.u Entonces decidí leerme el manga online primero para no comprar algo que no fuera un desperdicio.

La historia es espectacular, una idea bastante original mesclada con leyendas Japonesas. Ceres es una Tennyo (Doncella celestial) que habita dentro del cuerpo de Aya, un poco así como en "El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde", dos personalidades un solo cuerpo. Ella sólo piensa en su venganza frente al hombre que la humillo, mientras Aya sólo quiere recuperar a su familia y su vida.


La historia es Shojo con fantasía, sumamente atrapante y sentimental. También cuenta con una versión en anime adaptada por  Studio Pierrot, aun no lo he visto, pero tal vez al terminar la historia del manga lo haga. 













Algo sí les puedo asegurar, si consigo el dinero me la compro.

5 de 5 estrellas.


martes, 27 de marzo de 2012

A través del retrovisor, tercera parte.

Hola a todos, no tengo más que disculparme por el retraso pero la verdad se me complico mucho y que este viernes sin falta les tendré la cuarta parte de esta maravillosa historia. Para los que primera vez la leen la primera parte esta aquí y la segunda aquí. Disfruten su lectura y están bienvenidos a dar su opinión.


Tercera parte.

Cada noche me despertaba sudoroso y con temblores. Cuando sucumbía ante Morfeo, ella al igual que una súcubos me encontraba entre mis sueños, allí la vi blanquecina y desnuda, como la tela de un lienzo. Con la lógica de los sueños un pincel y pintura salió de la nada, los tomé y pinté sobre su reluciente piel que no dejaba de llamarme.

Los cabellos tintados de mi pincel acariciaban suaves surcos sobre su palidez, el vello se le erizaba y pequeños sonidos de placer cantaba melodiosa mientras la coloreaba. Como una tigresa la hice ver, rasgos felinos la marcaban. Mi gatúbela personal. 

Se abalanzó hacia mí como la gata salvaje que era, sus manos llenas de pintura. Mi ropa desapareció por arte de magia. Se mecía con fiereza sobre mi desnudez, manchando mi piel, convirtiéndome en su obra de arte.

Mis gritos de placer temblaban en el aire. Ella seguía tomándome a la vez que alcanzaba más pintura entre sus manos, sintiendo el color, vida liquida, embarrándola sobre mi cuerpo. Ambos reíamos. Compartiéndonos él uno al otro, pero la realidad destruyó el ambiente.

Desperté enredado entre mis sabanas. Me sentía como un drogadicto en abstinencia. Inquieto, ya habían pasado días desde la última vez que la vi. Estaba tratando de no ir mucho a buscarla, no quería que pensara de tanto verme que la estaba acosando.

La racionaba en pequeñas dosis, a cuenta gotas. Pero su efecto era sumamente duradero, el piso de mi casa estaba tapizado con dibujos de ella, hojas de papel como césped creciendo del suelo. 

Necesitaba otra dosis, embriagarme en su presencia. Me levanté, cociné huevos revueltos y café para desayunar, tomé un baño, me vestí y salí a trabajar. Hice varias carreras para pasar el tiempo, sabía aproximadamente a que hora llamaría por un taxi, siempre la misma hora, la misma dirección, siempre hacia la universidad.

El tiempo pasaba lentamente, burlándose de mi ansiedad, pero finalmente se hizo la hora y la llamada no tardo en llegar. Fui violando todos los límites de velocidad, ya podía imaginarla ahí con largas telas resguardándola, telas que no tardaría en cambiar por un picaresco atuendo. 

Así mismo la vi, con una falda arabesca ondulándose en el viento como rayos de sol, una camiseta celeste de botones dorados. Hermosa, pero no estaba sola, la chica de la otra vez, la de cabello azabaches y ojos de gemas de aguamarina la acompañaba. Entraron juntas al carro, entre risas, me dijeron la dirección de la universidad y arranqué.

–  No puedo creer que de verdad tu mamá piense que vas vestida así a clases – Señaló la chica morena. 

– Ya te lo he dicho Maia, uno cree lo que quiere creer y ella es feliz así. 

Maia era otra belleza, no del tipo de hada seductora de Scarlett, sino más bien como el de las viejas estrella de cine de los 50 un cuerpo delgado y curvilíneo, una piel inmaculada y dorada, cabello abundante y espeso, unos distintos rasgos y etnias jugando en su rostro. Llevaba puesta una camisa trasparente que dejaba ver sus oscuros sostenes y sus pechos voluptuosos y bien formados unos short que se amoldaban a unas firmes piernas y a una jugosa retaguardia. Pero a pesar de todos sus encantos, su presencia no exudaba la mágica inspiración de musa que los ojos de Scarlett lograban con sólo una mirada, espejos de oscuridad que reflejaban toda mi alma de artista.

Scarlett empezó a cambiarse de ropa con ayuda de Maia, quién meticulosamente desabotonaba su camiseta, sus miradas estaba entrelazadas, silenciosos secretos se contaban. Los dedos de Maia discretos, acariciaban las protuberancias de las senos, bajando por el vientre, sólo la delgada tela de un top purpura sin tirantes interrumpía un contacto piel con piel.

Scarlett terminó de vestirse quedando con el top y unos jeans sumamente ajustados, mirando hacia todos los lados como un niño apunto de hacer una travesura, sonrió invitante una serpiente instigando a su presa, tomó a Maia por el cuello y acerco sus labios a los de la otra chica, sus manos se sumergían en la marea negra de cabellos, mientras sus bocas jugueteaban, saboreando las delicias de la otra, bailando lentamente, mordisqueando los suaves pétalos de rosas. Maia se aferraba a sus hombros acariciando el inicio de sus rubias hebras. 

Los besos terminaron, llegamos al destino, me pagaron y agarradas de las manos, sin vergüenza, se bajaron del coche, como si nada hubiera pasado, como si nadie las hubiera visto ¿Quién era yo después de todo? Sólo una estatua, sólo un elemento más de la cotidianidad, alguien que pasaba desapercibido, sin significado, sin nombre.

Arranqué el carro, lejos de su presencia. Lejos de la insensible sombra que me cubría, lejos, en donde no pudiera verla parada bajo la luz de su escenario, lejos donde pudiera dejar de ser parte del público.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Cumpleaños y algo más.


Hola a todos, este es un pequeño post en el que quiero comentarles un par de cositas. Primero sigo viva xD y hoy 22 de Marzo estoy cumpliendo mis 19 añitos. ¡Feliz cumpleaños para mí! Bueno espero que me regalen muchos libros y quien sabe, si es así, capas termine haciendo mi primer IMM. 

Otra cosa, esta semana a sido muy ajetreada, he tenido las mil cosas por hacer, por lo que no es seguro que este viertes publique la tercera parte de "A través del retrovisor", hare todo lo posible por publicarla, pero tampoco quiero que por andar con el apuro no me quede tan bien como los otros. Esta historia cada vez promete más y cada día nuevas ideas se me vienen a la cabeza.

Bueno que tengas un buen día nos leemos. 





viernes, 16 de marzo de 2012

A través del retrovisor, segunda parte.

Aquí les traigo la segunda parte del cuento, realmente la musa ha estado a mi favor y la escritura se me ha dado de forma fluida, simplemente no logro sacarme de la cabeza a estos personajes. Sí disfrutaron de la primera parte que esta aquí por si no la ven XD, seguro les encantara esta. Estén pendientes cada viernes que aún queda más de esta historia.

Segunda parte.


El edificio azul, en la calle sesenta con avenida setenta y siete.

El edificio azul, en la calle sesenta con avenida setenta y siete.

El edificio azul, en la calle sesenta con avenida setenta y siete.

Su dirección estaba esculpida en mi mente, permanecía constantemente alerta por si la nombraban en la radio para tomar la carrera, así no fuera ella la que había llamado, había una pequeña probabilidad de que lo fuera. 

Varías veces fui en vano, viéndome decepcionado de que mi pasajero no era ella. En una ocasión fue un hombre que aparte de que pasó todo el viaje despotricando contra el gobierno, al final discutió por el costo y me pagó menos de lo que valía el traslado. En otra, fue una mujer digna de aparecer en un Botero que además, no parecía conocer lo que era el silencio. 

Nunca me molestó que un viajero hablara, más bien sentía que mi personalidad taciturna y soñadora los invitaba a compartir sus confidencias, y en vez de opinar solía hacer ruidos de afirmación cuando el momento lo ameritaba. 

Pero hoy la única voz que mi cuerpo exigía oír; era la de aquella soprano salida de mis más pecaminosas fantasías. 

Otra llamada de aquel edificio azul, la tomé, pero no me hacía muchas ilusiones, me sentía en el fondo de un barranco en el cual ni alcanzaba a ver la cima. Sin luz, sin salida. 

Esperé sin esperar nada, en frente de la residencia una mujer con una carriola de bebe se acercaba al carro, una imagen que debería ser de lo más encantadora a mí se me antojaba antipática y descorazonada; y ahí, justo cuando empezaba a creer que lo de ayer había sido un espejismo, una ilusión de esperanza de una necesitada y depresiva mente hundida en la oscuridad, ella aparece a paso lento, va tras la mujer de la carriola que no llega hasta el carro sino que sigue paseando por la calle. 

Se ve hermosa, lleva puesto su disfraz de santa, un largo vestido manga larga azul que no enseña nada de su devastadora figura. Entra rápido en el coche, otra vez se dirige a la universidad.

Vuelve a hacer su rutina de stripper, debajo de su largo manto lleva un increíble vestido carmesí ceñido al cuerpo, parece una vampiresa en busca de su presa, su piel reluce como satén, el vestido le llega hasta la mitad de los muslos, remarcándolos como carreteras por las que las manos quieren transitar y perderse bajo el espesor de su suave tela, unas botas marrones complementan su atuendo.

–  Lamento el espectáculo. Es que mi madre es muy mojigata y no le gusta que vaya ligera de ropa a la calle. – Es la primera vez que se dirige directamente a mí, sus palabras son el regalo del conocimiento, ya no somos dos extraños compartiendo el mismo cielo, ahora sé algo de ella, algo de su vida, es como una fortuna para un vagabundo. Por otro lado no podía estar más de acuerdo con su madre. Ese pequeño duendecillo malvado es la viva imagen de la provocación.

Saca un estuche de maquillaje y empieza a empolvarse el rostro, muchas mujeres al maquillarse terminan por desvirtuar su belleza, por robarse a si mismas su esencia natural, pero ella no, da pequeños toques, murmullos sobre su rostro, resaltando la obra de dios. Se impulsa hacia delante del carro, tratando de acercarse más al espejo retrovisor. Del escote de su vestido cuelga el carnet de la universidad, puedo leer su nombre “Scarlett”,  lo saboreo en mis labios, lo pronuncio de forma inaudible. 

–  Eres muy joven –, comenta mirándome con esos insondables ojos. Me está escaneando, espero no verme demasiado mal. No soy un modelo de ropa interior pero nunca he provocado los suspiros de las chicas, ni se desmayan a mi paso, soy delgado de forma atlética, estatura media, con un cabello oscuro y largo con tendencia a desordenarse y unos ojos castaños ocultados tras unos lentes que son la factura que me pasaron tantas horas de pintar a media luz. 

–  Tengo 23 años –. Respondo en voz baja, un poco más nervioso de lo que debería estar. 

Toma un labial rojo sangre y se lo pasa por los labios, son exuberantes, llenos y suaves. Labios para besar. Me los imagino recorriendo la desnudez de mi cuerpo, susurrando besos por doquier. Besos en la boca, profundos y devastadores, nuestras bocas desgarrándose en deseo, suspiros de placer ahogados, su aliento cálido y apresurado se mezcla con el mío.

Besos pequeños y juguetones esparcidos por mi torso, bajando por mi abdomen, su cabeza entre mis piernas, esos cálidos y generosos labios saben bien qué hacer. Mi pulso se acelera, el calor me envuelve como ataduras, ella termina de pintarse la boca y me sonríe, dientes blanquísimos son revelados, pequeños diamantes en un cofre. 

Llegamos a la universidad, me paga. Pero esta vez se despide con un cálido:

– Hasta luego.

– Hasta luego, Scarlett – Me despido una vez que ella cierra la puerta del coche. 

Al bajarse del coche se encuentra con otra chica, su pelo es largo y oscuro como ríos de tinta negra, lleva puesto unos pantalones cortos y una camisa suelta, piel morena, ojos azules. Son como el día y la noche encontrando al crepúsculo. Se saludaron, la chica de oscura cabellera pasa su brazo por los hombros de ella y caminan juntas al complejo universitario. 

Una antigua y olvidada sensación tomó el control de mí, un cosquilleo en mis manos “¡Tengo que pintar!”.

¡Al diablo el trabajo! A toda velocidad manejo hacia mi casa, pero primero hago una pequeña parada en la tienda, compro lienzo y pintura, también paso por la tienda de delicatesen, vino tinto, el más caro, queso roquefort y pan. El sueldo de un mes desaparece. 

Ya en mi casa dejó que me lleve la marea de la inspiración, una dama muy voluble que cuando llega o navegas, o te conviertes en un naufragio a la orilla de una playa. 

La pinto como la imagino. Desnuda, piel blanca como la crema con pequeñas pecas adornándola tal las flores a un campo. Su sexo liso y sin vello, sus pezones rosados y tentadores, pecas privadas, escondidas de la luz del sol pero no de mi pincel. 

La contemplo por un rato, es la única figura en el lienzo, un fantasma surcando entre la niebla. Luego cubro su trémula carne con plumas rojas, llamas de fuego a su alrededor, está encendida, consumida por el fuego de mi pasión.

Termino el cuadro, ya es entrada la noche, mi ropa y piel están manchadas de pintura. Tomo una copa de cristal y me sirvo el vino. Líquido escarlata como su nombre, quiero consumirla, beberla como éste licor, saborearla, que su aroma se cuele por mi nariz, estar ahogado en ella, rodeado por ella. Pico un pedazo de queso y de pan.

Si quiero tomar vino y comer un mal oliente queso caro, lo haré. Lo haré aquí, junto a ella.
Levanto la copa y brindo hacia su retrato. Mi ave Phoenix, la que me hizo renacer de las cenizas.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Reseña de: ¿Sabes que te quiero? de Blue Jeans.


Sinopsis.

Los problemas que Paula intentó olvidar cuando se fue a París, siguen esperándole a su regreso y no le será nada fácil dejarlos pasar. Surgirán nuevos líos amorosos y desengaños, a los que se sumará un error imperdonable que pudo cometer la protagonista en la “ciudad del amor”. Pero no todo girará en torno a Paula, si no que el resto de “las Sugus” también adquirirán un mayor protagonismo en la novela, que se verá salpicada de mentiras, traiciones y problemas realmente serios en la vida adolescente.


Mi opinión:

Para los que no lo saben esta es la segunda parte de un libro buenísimo llamado "Canciones para Paula", Reseña acá. En esta entrega continúan las desventuras de Paula, sus amigas las Sugus y el resto de los personajes que tanto nos encantaron del primer libro.

La historia comienza meses después de los hechos que finalizaron en el primer libro, muchas cosas han cambiado en la vida de estos personajes, y poco a poco mediante el uso de la restrospectiva nos van contando como se desenvolvieron estos acontecimientos. Para los que hayan leído el primer libro sabrán que el ritmo de la narración es muy rápida y pasa del punto de vista de un personaje a otro mostrándonos diferentes sucesos en toda la ciudad, cosa que se mantiene en este libro.

Aquí nos encontraremos con una Paula diferente,  ya no es la misma chica alegre y alocada del primer libro, las cosas que ha vivido, los desengaños y las malas decisiones han hecho que incurra en malos hábitos, al igual que se vuelva una joven más precavida.

También notarán más protagonismo de parte de las sugus, nos dan un vistazo más de estas chicas, revelándonos que tal vez la impresión que teníamos de ellas estaba más que equivocada. Una historia que toma mucho el protagonismo es la de Mario y Diana, los cambios en su relación al igual que el manejo de muchos momentos de tención y estrés.

El contexto toca muchos temas de la juventud al igual que el anterior, las inseguridades, los novios, la traición, las nuevas experiencias, todas situaciones muy reales y con las cuales es fácil identificarse.

El libro es muy bueno, lleno de música como el anterior, una lectura en la que te sumerges y una vez que empiezas no podras parár de leer.

Le doy 5 de 5 estrellas.

viernes, 9 de marzo de 2012

Primera parte de un cuento erótico: A través del retrovisor.

Hola lectores, desde hace tiempo quería escribir un cuento erótico pero la verdad no me había atrevido, yo en lo personal he disfrutado de la lectura de estos y son muy buenos mientras el escritor sepa no traspasar la línea de lo vulgar y lo obsceno. 

"A través del retrovisor" me nació con un brote de inspiración de esos que pasan una vez cada luna azul; y lo que yo pensé que sería una pequeña historia, cada vez se esta llevando más paginas de mi cuaderno. Así que todos los viernes voy a ir publicando una parte del cuento, espero que lo disfruten tanto como yo estoy disfrutando de escribirlo.


A través del retrovisor.

No debería estar aquí, no se suponía que esta fuera la vida que me esperaba. Yo debería estar en Europa visitando museos, viendo el trabajo de los maestros, tomando vino y comiendo algún mal oliente y elegante queso en un fino restaurante. Pero aquí estaba, detrás del volante de un taxi esperando a mi pasajero.

La beca en artes plásticas que solicité en Francia fue denegada, y la inspiración de la musa era la sombra borrosa del ayer. Entonces ella entró en el carro, su cuerpo estaba envuelto en ropajes, una camisa manga larga negra, una falda vaporosa blanca que le llegaba a los tobillos. Ocultando de la vista cada  milímetro de de piel, como si fuera el secreto del truco de un mago.

- ­Adiós mamá -, se despidió de una versión mayor de ella misma. Su voz era como la melodía de una sirena, baja y decadente, una invitación a morir ahogado en su sonido.

Su perfume intoxicaba el diminuto espacio del carro, una picante mezcla de flores muertas y especias encendían el aire como una chispa en la hierba seca. Estaba empezando a marearme, mis sentidos se encontraban sobreexcitados. 

Apenas y escuché a dónde se dirigía. ¿La universidad? Sí, eso dijo. 

Aceleré, tratando de prestar atención al camino, pero no distraerme con la imagen en el retrovisor estaba resultando de un esfuerzo heroico. 

La muchacha tenía el cabello corto como un hombre, de un rubio tintado que parecía blanco, sus ojos resaltaban como dos pozos de oscuridad, como dos gemas de ónix, las pecas se esparcían por su rostro de forma descuidada como si un pintor le hubiese chispeado adrede sus facciones para darle un toque cándido. 

“Concéntrate Mario, ¡concéntrate! Vista en el camino”, me recriminé a mí mismo.

Y como si de un intento de enloquecerme se tratara, se empezó a desvestir, despojándose de sus muchas capas de ropa. Piel blanca y cremosa es revelada, piel tentadora que rogaba ser acariciada, besada, excitada. Debajo de su larga falda existía otra mucho más corta, más pecas fueron reveladas como constelaciones por explorar en las que navegan muchas formas que el hombre desconoce.

Su camisa manga larga fue cambiada por un top de tirantes, su sostén se asomaba sinuoso por un escote pronunciado, pechos pequeños pero firmes. Su figura era delgada, un tanto andrógina como las ninfas de la mitología griego un ángel bíblico. 

Ese era su disfraz, el de un ángel, un ángel que anhelaba caer y pecar. 

El tiempo se acababa, la carrera terminaría, debía hacer algo ¡Debía! Un profundo temblor nervioso arremetió todo mi cuerpo, las manos me escocían por tocarla. 

No hice nada, la llevé a su destino, me pagó y nos despedimos con un témpano de silencio.
Pasé todo el día pensando en ella, toda la noche, todas las horas, todos los minutos, todos los segundos. 

Consumido por el recuerdo de esa celestial criatura, la chica andrógina y sensual, del edificio azul, en la calle sesenta con avenida setenta y siete, de la ciudad cuyo nombre no importa.
Esa noche hice un boceto de su rostro, el primero de lo que sería una colección, el primero de lo que fueron meses sin dibujar, el primero que inspiró mi nueva musa.

jueves, 8 de marzo de 2012

Reseña y opinión: Principe mecánico.


 Sinopsis:

Con la esperanza de salvar a Charlotte, y al Instituto, Will, Jem y Tessa se proponen revelar los secretos del pasado de Mortmain… y descubrir las perturbadoras conexiones de los Cazadores de Sombras que tienen la llave de no solo las motivaciones del enemigo, sino también, del secreto de la identidad de Tessa. Ya atrapada entre los afectos de Will y Jem, se encuentra a sí misma con otra elección que hacer cuando aprende cómo los Cazadores de Sombras la ayudaron a hacerla un “Monstruo”. ¿Les dará la espalda por su hermano, Nate, que ha estado rogándole para unirse a él al lado de Mortmain? ¿Dónde yacerá su lealtad y amor? Tessa solo puede elegir salvar a los Cazadores de Sombra de Londres… O ponerles fin a ellos para siempre.



Mi opinión:

Esta segunda entrega de cazadores de sombras los inicios debo confesar que me gusto más que la anterior, aquí nos encontramos con un cambio en los puntos de vista de las narraciones, el desarrollo de las historias de otros personajes, al igual que esa cadencia más oscura que diferencia este Spin-off de los otros libros de CDS.

Al leer este libro me sentía un poco extraña porque todas las cosas que quería que pasaran, pasaban, no estoy muy acostumbrada a que l@s escritor@s cumplan mis deseos en cuanto a los desenlaces de los libros.

Las ramificaciones de las historias de los personajes son mucho más grandes, no sólo es la historia de Tessa ahora, sino que nos encontramos con todas estas historias alternas de Charlotte, Will, Jem o Sophi, que le dan otro sabor a la trama.

También se desvelan secretos, pero a mí parecer la sinopsis no cumple lo que promete, en el sentido de que y si no han leído el libro esto tal vez sea un Spoiler así que salten al siguiente párrafo, en la sinopsis nos dice: "Tessa, ya atrapada entre los afectos de Will y Jem, se encuentra a sí misma con otra elección que hacer cuando aprende cómo los Cazadores de Sombras la ayudaron a hacerla un “Monstruo”", como si tessa se enterara de qué es ella, lo cual nunca ocurre, solo nos dan una idea más no una confirmación. 

El final por otra parte fue muy tranquilo, me sentía muy inquieta al leerlo porque no veía que nada malo pasara y eso es muy impropio de Cassie, las paginas se estaban acabando y yo solo me temía que de pronto explotaría una bomba o algo por el estilo pero la verdad fue un final por una parte feliz y por la otra sorpresivo. 

Le doy 4 de 5 estrellas. 



Este video es una escena del libro que fue interpretada disfrútenlo. 

Nuevo clip de los juegos del hambre.

Yo casi no publico noticias literarias pero cuando se trata de "Los juegos del hambre", simplemente no puedo resistirme, aquí les dejo un clip buenísimo.  




¿Qué les pareció? cada día falta poco para el estreno se me pone la piel de gallina, y es un día después de mi cumple, ¿Qué mejor regalo que irla a ver?.

sábado, 3 de marzo de 2012

Cuento inspirado en imagen: Seis segundos.


Me encantan las imágenes en blanco y negro, le dejan más a la semántica, y en la uni me mandaron a hacer un cuento a raíz de una imagen y este fue el resultado. ¿Qué opinan?





Supervivencia. Es un instinto básico que existe dentro de cada animal en la tierra, y el ser humano es una de las peores mal intencionadas  bestias que abunda en este planeta. 

Cuando creces en un barrio como el mío, sino aprendes a sobrevivir desde pequeño simplemente terminas como carnada para los peces grandes, un miembro más de la cadena alimenticia.

Soy seis, por cierto, ese en realidad no es mi nombre, ¡Claro! no sé si alguna vez tuve uno realmente, pero todo el mundo me conoce como seis, de haber tenido un nombre tampoco lo hubiera dado a conocer, nada revela más de uno mismo que un nombre, por pequeño que parezca.

Y ahora te preguntaras ¿Por qué seis?, seguramente  piensas que si tuvieras la oportunidad de escoger cómo te conoce el resto de el mundo sería algo mucho mejor que “Seis” ¿Verdad?, no es ninguna clase de postura satanista ni nada por el estilo, simplemente es como me les presento a las personas, en seis, sí leyeron bien. En seis segundos.

Siempre me presento cuando los demás están distraídos, utilizando la oscuridad como mi camuflaje perfecto.

 Seis segundos es lo que tardo en alcanzarte y apuntarte con mi pistola, nunca verás mi rostro, sólo seré una figura desenfocada oculta entre las sombras del miedo y el terror, ¿Pero el cañón de mi pistola? Eso si quedará grabado en tu subconsciente a fuego vivo. 

Seis segundos es lo que tardo en llegar e irme. Seis segundos es lo que tardo tomar algo de ti.

Seis segundos pueden cambiar tu vida.

Y ahora, ¿Sigues pensando que seis no es un nombre muy genial? Pues no querrás conocerme. Así que tienes seis segundos para terminar de leer. 
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