Hola mis queridas estrellas, pues para iniciar esta sección en el blog, comenzare a hablarles de un recital de poesía en el que participe hace un par de meses.
No es la primera vez que participo en un recital pero este fue diferente dado que no solo fue en mi ciudad sino que también era en un lugar un tanto importante como lo es el teatro bellas artes.
Estaba un poco nerviosa pero al leer todo paso, me sentí muy bien y todo se difumino.
Ese día me encontré a una amiga que es un poco más joven que yo, ella iba a participar pero tenía sus dudas, estaba muy nerviosa (Ustedes saben cómo a veces nosotros dejamos de hacer lo que de verdad queremos por miedo), yo le insistí que se atreviera y lo hizo, los nervios la traicionaron un poco a la hora de leer pero lo hizo muy bien (Sobre todo para ser su primera vez). Después de haber leído ella me dijo que "Se sintió en casa" mientras leía.
¿A qué quiero llegar con esto? Pues que hay pocas oportunidades como estas y que cuando se presentan no deben dudar solo láncese.
Ahora si quieren verme en el recital aquí está en video.
Y como la acústica tergiversa algunas de las palabras, estos son los poemas que leí:
Mundos de papel.
Voy robando almas,
Segándolos con los rallos.
Encuentro mis propios colores.
Hago mis propias cicatrices.
Creo mi propio mundo.
Mundo de papel.
Mundo que no soporta el agua.
El mundo que se derrite,
Se convierte en tinta.
Es uno.
Es muchos.
Es de todos
Todos somos tinta.
Escribimos sobre la tierra nuestros propios mundos.
Reflejo.
Veo mi reflejo en el
lago.
Mis ojos, tus ojos.
Mis labios, tus
labios.
Yo, tú.
Una parte de ambos.
¿Diferentes sexos?
¿Los mismos sexos?
Van cortando mis
cabellos las tijeras.
Mechón
A
Mechón
Caen, visten los
pisos.
Mi cráneo se abre.
Mi mente se abre.
Ya mis huesos no son
blancos, los cubren colores.
Me descubrí a mí
misma a través de ti.
Mi reflejo reflejó
tu rostro.
Tu reflejo reflejará
el mío.
Mi extraño amigo, el acecino en serie.
Dime que pasa si extraño a mi
entraño amigo, el acecino en serie.
Si quiero que me mate a gritos,
que deje huellas en todo mi cuerpo.
Quiero que me mates, que duele
menos a que me claves vidrios.
Que corra la sangre.
Que se me escapa la vida.
Que deje en las paredes pruebas.
Es que aun vales la pena.
¡Mátame!
No me dejes pálida, en blanco.
¡Mátame!
Te extraño, mi extraño amigo,
acecino en serie.