Me mostraste un paraíso artificial y el infierno no tardo en resonar.
La punzada de lujurioso veneno que inyectaste a mí ser, quema inmisericordioso mi alma. Dejando secas mis venas y tiñendo de sangre mi mirada.
Nuestro amor termino como la fiesta de Valsar.
Es tu hora.
La luz escapa de tus ojos y el soplo de dios desvanece de tu cuerpo.
Como Otelo a Desdémona borro tu existencia.
Tú provocaste la daga en tu pecho.
Tus espinosos brazos no pueden tocarme más. La lujuria escapa de nosotros.
El beso de la parca culmina y te has convertido en nada.
Nada. No eres más que eso.
Anhelare tu diabólica presencia. En un recordatorio eterno de las cicatrices que me regalaste.
El aire exhuma el sabor de tu aliento y olor de tu piel. Secando mi boca, quemando mis pulmones. Haciendo eco en el roto tabú.
Comienza a sonar tu réquiem.
Sigo tu río de sangre con la promesa de que en los fuegos nos hallaremos.
Tu hora acabo y mi martirio apenas comienza.
Abriremos los ojos en dos infiernos diferentes, pero igual de tormentosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esto no te toma ni dos minutos y hace muy feliz a una persona <3