Palabras

Cuando la razón pierde la contienda y sólo deja cabidas a las armas.
Y la tinta y el papel son la mejor pólvora que tienes a la mano.
Los disparos certeros, no necesitan ver el objetivo puesto que siempre darán en el blanco.
Directo. Justo en el punto. En medio de las psiquis.
Las ideas juegan con nosotros y son más letales que un millón de luchadores.
Y las putas musas no dejan de danzar, siempre hipnóticas, deseables. Procrean y procrean más hijos abandonados. Dejando el daño o la bendición.
¡Te apunto a ti! Con una docenas de razones para disparar.