Viendo así como se desvanecían toda la esperanza de sus ojos, cualquiera pensaría que la universidad sería algo diferente, o por lo menos Camila pensó de esa manera, ella creyó que sería como un nirvana de eruditos, llenos de de intelectuales y murales de libros, poco sabia ella lo que le esperaba de verdad.
Entrando en esa buen llamada sabana, donde más que un tigre la atacaría una bestia de hombre en busca de bienes materiales como un celular que aparentemente tiene el mismo valor que una vida humana, puesto que por uno de ellos se han perdido un sin número de estás. Se dio cuenta de la triste realidad, eso sería un bachillerato más, otro lugar infectado por las brutales pareas que veía el conocimiento con animadversión como la propiedad de los maniáticos y se pavonaban ferozmente de su insoportable levedad.
Miro al cielo buscando auxilio de los más grandes, y al no obtener ni un suspiro de consuelo se dispuso a ir a su primera clase.
“Sólo cinco años más”. Se dijo a sí misma, dándose ánimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esto no te toma ni dos minutos y hace muy feliz a una persona <3